VIRTUD 22 - Contentamiento
El contentamiento es estar agradecido por lo mucho o lo poco que se tenga, algo difícil de inculcar a nuestros hijos en esta época de “cuanto más mejor”.
Es no compararse con los demás ni ver lo que otros tienen, sino reconocer que lo que Dios nos da es lo que realmente necesitamos, sin quejas, sin reproches.
“Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo PODEMOS en Cristo que nos fortalece.”
(Filipenses 4:12-13) – Teri Johnson
Dios quiere que aprendamos a enfrentar la vida con gozo y confianza. Para hacer esto debemos aprender a contentarnos en todas las circunstancias variables de la vida. En esta lección aprenderemos una gran verdad que puede cambiar nuestra vida.
¿Cuál es esta verdad? Es la siguiente: Dios y lo que Dios me da, es todo lo que necesito.
Dios MI Proveedor
La Biblia enseña que el soberano Dios del universo nos ama y ha prometido darnos todo lo que realmente necesitamos. Él no ha prometido darnos todo lo que “queremos”, pero sí, prometió suplir nuestras necesidades. El apóstol Pablo dijo:
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (Filipenses 4:19).
• Dios suple nuestras necesidades materiales.
El Señor Jesús nos dice que no estemos ansiosos por nuestras necesidades materiales
En Mateo 5, el Señor Jesús nos dice que no estemos ansiosos por nuestras necesidades materiales, como comida, ropa y otras necesidades de la vida. Jesús dijo:
No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir… vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (San Mateo 6:25, 32–33).
• Dios suple nuestras necesidades emocionales más profundas.
Él nos ha “aceptado en el Amado”. Nos ama incondicionalmente. Dios nos dice:Con amor eterno te he amado… (Jeremías 31:3).
• Dios suple nuestras necesidades espirituales.
Dios suple nuestras necesidades espirituales en Cristo, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para la vida espiritual. La Biblia dice:
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3).
• Dios nos da libremente todas las cosas.
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Romanos 8:32).
Al darnos Su Hijo, Dios nos ha dado un regalo grandioso. Puesto que Él nos ha dado el regalo más grande de todos, Su Hijo, podemos estar seguros de que Él nos dará también cualquier otra cosa que podamos necesitar. La Biblia dice:
Es maravilloso saber que tenemos un Padre celestial que por sí mismo ha tomado la responsabilidad de suplir todas nuestras necesidades. A. W. Tozer, dijo:
Teniendo nosotros la bondad de Dios que desea nuestro mayor bienestar, la sabiduría de Dios que lo planea y el poder de Dios para realizarlo, ¿qué más nos puede faltar? Seguramente somos las más favorecidas de todas.
(A. W. Tozer “The Knowledge of the Holy” p. 70.)
ORACIÓN
Ayúdale a entender que la felicidad y el deleite verdadero se encuentran sólo en ti.
Siempre que las emociones negativas se apoderen de ella (él), rodéale con tu amor. Enséfiale a decir, "Este es el día que el Sefior ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él" (Salmo 118:24 BdlA).
Líbrale del desespero, depresión, soledad, desánimo, enojo o del rechazo. Que estas actitudes negativas no tengan lugar en (nombre DE HIJO/A), ni sean una parte perdurable en su vida.
Que ella (él) decida en su corazón, "Y mi alma se regocijará en el Señor; en su salvación se gozará" (Salmo 35:9 BlA).
Señor, yo sé que cualquier emoción negativa que mi hijo/a sienta es una mentira, contraria a la verdad de tu Palabra.
Siembra tu Palabra con firmeza en su corazón y aumenta su fe cada día. Ayúdalo a permanecer en tu amor y a obtener fuerza del gozo y contentamiento en el Señor hoy y para siempre. AMÉN.