Abrazadas por Su Gracia
Estudio
Las Recompensas del Ayuno
B.R. Hicks (Recopilado de su libro)
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Compartido por Maly Bianchi
B.R. Hicks (Recopilado de su libro)
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Compartido por Maly Bianchi
La Palabra de Dios revela una estatura de verdad acerca del ayuno. Para poder cosechar los beneficios del ayuno, es necesario prepararse adecuadamente tanto natural como espiritualmente.
Cuando entendemos los propósitos que Dios tiene para llevarnos a ayunar y el beneficio que se obtiene cuando ayunamos, nuestros corazones y nuestra mente son fortalecidos constantemente con determinación para obedecer los mandamientos de Dios.
El poder del ayuno limpia nuestro cuerpo de sustancias tóxicas, incrementa la capacidad mental del alma, fortalece el control moral y la autoridad del espíritu.
Cuando entendemos los propósitos que Dios tiene para llevarnos a ayunar y el beneficio que se obtiene cuando ayunamos, nuestros corazones y nuestra mente son fortalecidos constantemente con determinación para obedecer los mandamientos de Dios.
El poder del ayuno limpia nuestro cuerpo de sustancias tóxicas, incrementa la capacidad mental del alma, fortalece el control moral y la autoridad del espíritu.
PREPARACIÓN INTERNA Y EXTERNA DEL AYUNO
A y u n a r significa empobrecer el alma, rehusar su subsistencia por medio de abstenerse de alimento. El ayuno escritural descansa sobre la verdadera auto-humillación y penitencia. El ayuno es el método de Dios para subyugar el alma carnal bajo la soberanía de Su Espíritu. Es un acto de expresar y demostrar pena por el pecado. Ayunar indica humildad y un sentimiento de dependencia total del Dios Todopoderoso. Cuando hay un verdadero ayuno, el corazón se llena con la voz de súplica y los sollozos internos de pesar y arrepentimiento. Es una forma de crecer en la gracia y el conocimiento del Señor Jesucristo.
Alguien dijo una vez: “El ayuno es la expresión práctica e incesante de una oración sin palabras”.
Alguien dijo una vez: “El ayuno es la expresión práctica e incesante de una oración sin palabras”.
Este primer punto de la preparación incluye dos aspectos: preparación interna y externa. No tener una preparación adecuada impide que uno obtenga el beneficio espiritual completo que trae consigo la auto-negación.
• Preaparación Interna:
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.” (Mateo 4:1-2)
“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre”. (Lucas 4:1-2)
Nótese que una de las Escrituras dice que Jesús fue llevado del *espíritu a un tiempo de ayuno, mientras que la otra establece que El fue llevado por el Espíritu. La “e” minúscula distingue el espíritu personal de Jesús del Espíritu de Dios, que está escrito con letra mayúscula. Esto nos muestra que el espíritu propio de Jesús, estaba en un total acuerdo con el liderazgo del Espíritu de Dios.
El ser guiados por el Espíritu de Dios es la preparación adecuada para ayunar. Cuando la carne es la fuerza que motiva nuestro ayuno, nosotros vamos a recibir los beneficios físicos de esta experiencia, pero no los espirituales. Las personas que ayunan a través de su propio esfuerzo sienten un gran espíritu de orgullo por lo que han hecho.
Nuestro ayuno no nos hace mas valiosos delante del Señor, ni compromete a Dios con nosotros en ninguna forma. Si el ayuno es entendido y practicado en la forma correcta, va a obrar humildad en el corazón.
El ser guiados por el Espíritu de Dios es la preparación adecuada para ayunar. Cuando la carne es la fuerza que motiva nuestro ayuno, nosotros vamos a recibir los beneficios físicos de esta experiencia, pero no los espirituales. Las personas que ayunan a través de su propio esfuerzo sienten un gran espíritu de orgullo por lo que han hecho.
Nuestro ayuno no nos hace mas valiosos delante del Señor, ni compromete a Dios con nosotros en ninguna forma. Si el ayuno es entendido y practicado en la forma correcta, va a obrar humildad en el corazón.
• Preparación Externa:
“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. (Mateo 6:16-18)
Estos versículos, enseñados por Jesús en el sermón del monte, mencionan cuatro detalles específicos que tienen que ver con la preparación externa o física del hombre.
Ungir la cabeza
Ungir la cabeza es la primera preparación para un ayuno. Tan pronto como empezamos a sentir el descenso físico que viene con el ayuno, nuestro razonamiento carnal nos da cientos de razones por las cuales no debemos de ayunar. Por esta razón necesitamos ungir nuestra cabeza con el aceite del Espíritu Santo. Necesitamos esa unción para mantener en nuestras mentes la determinación de seguir la guianza del Espíritu. Nuestro enemigo, el Diablo, va a hacer todo lo que esté a su alcance para influenciar nuestro pensamiento y obstaculizar nuestra obediencia a la voluntad de Dios.
El aceite de la unción es aceite de olivo, por el cual se ha orado, santificado y puesto aparte para uso santo. Podemos ungirnos a nosotros mismos en casa cuando ayunamos en secreto delante del Señor. Cuando nos ungimos exteriormente, estamos haciendo una demostración de nuestro deseo por tener una unción interna del Espíritu de Dios sobre nuestras mentes y corazones.
El ayuno es una manera de demostrar que ante Dios no tenemos nada por lo cual sentirnos orgullosos.
El aceite de la unción es aceite de olivo, por el cual se ha orado, santificado y puesto aparte para uso santo. Podemos ungirnos a nosotros mismos en casa cuando ayunamos en secreto delante del Señor. Cuando nos ungimos exteriormente, estamos haciendo una demostración de nuestro deseo por tener una unción interna del Espíritu de Dios sobre nuestras mentes y corazones.
El ayuno es una manera de demostrar que ante Dios no tenemos nada por lo cual sentirnos orgullosos.
Lavarse
Cuando nos lavamos la cara, el mundo no puede notar la devoción y el deseo que estamos experimentando a través del ayuno por nuestro Esposo celestial. Cuando lavamos nuestros rostros de los aplausos del hombre, Dios lo verá y nos recompensará abiertamente llenando nuestros corazones con la alabanza de Su Espíritu.
Así que nos lavamos antes y durante el ayuno para poder estar limpios física y espiritualmente. Lavamos nuestros rostros físicos con el agua natural y lavamos nuestros rostros espirituales con el agua de la Palabra y el Espíritu de Dios. Recordemos siempre lavar nuestro rostro con lágrimas de humildad, para que el Esposo celestial pueda encontrar en nosotros una apariencia limpia y clara.
Así que nos lavamos antes y durante el ayuno para poder estar limpios física y espiritualmente. Lavamos nuestros rostros físicos con el agua natural y lavamos nuestros rostros espirituales con el agua de la Palabra y el Espíritu de Dios. Recordemos siempre lavar nuestro rostro con lágrimas de humildad, para que el Esposo celestial pueda encontrar en nosotros una apariencia limpia y clara.
No aparentar que ayunamos
Debemos mostrar una apariencia feliz, para que los demás no se den cuenta de nuestro ayuno. Si estamos ayunando para complacer a Dios, y en obediencia a Su voluntad, hay un gozo de satisfacción que llena nuestros corazones.
Nosotros no debemos de parecer delante del mundo como aquellos que ayunan; mas bien, debemos irradiar la luz de Jesucristo a través de nuestra expression para con ellos.
Los fariseos se daban a conocer entre la gente por andar proclamando sus ayunos. Se paseaban por las calles, cuando podían haber estado dentro su cuarto de oración. Ellos usaban su abnegación, no como un medio para experimentar la verdadera humildad, sino como un medio de auto-exaltación del orgullo.
En lugar de seguir el ejemplo erróneo de los fariseos, ayunemos en secreto, y recibamos la verdadera humildad, para q a cambio, podamos manifestar una actitud humilde en nuestro trato con la gente.
Nosotros no debemos de parecer delante del mundo como aquellos que ayunan; mas bien, debemos irradiar la luz de Jesucristo a través de nuestra expression para con ellos.
Los fariseos se daban a conocer entre la gente por andar proclamando sus ayunos. Se paseaban por las calles, cuando podían haber estado dentro su cuarto de oración. Ellos usaban su abnegación, no como un medio para experimentar la verdadera humildad, sino como un medio de auto-exaltación del orgullo.
En lugar de seguir el ejemplo erróneo de los fariseos, ayunemos en secreto, y recibamos la verdadera humildad, para q a cambio, podamos manifestar una actitud humilde en nuestro trato con la gente.
Ayunar en secreto
Puede que sea imposible evitar que algunas personas se enteren de nuestro ayuno, por ejemplo, los miembros de la familia; pero sí es posible hacer nuestro ayuno delante del Señor y no delante de los hombres. No difundirlo por todos lados como los fariseos lo hicieron en sus días.
Debemos recorder que somos guiados por el Espíritu de Dios para ayunar, y por lo tanto debemos buscar Su mente, Su voluntad y el propósito por el cual nos ha preparado interior y exteriormente para ayunar, en lugar de andar buscando la consolación y el placer exterior que proviene de los halagos de los seres humanos.
El propósito del ayuno es debilitar los apetitos del espíritu, alma y cuerpo de manera que nuestros deseos sensuales sean aminorados y nuestras pasiones sean humilladas.
Propongámonos mostrar los resultados del ayuno, y no el proceso de como ayunamos. El verdadero crecimiento spiritual ocurre cuando nos escondemos en el lugar secreto con el Señor.
Debemos recorder que somos guiados por el Espíritu de Dios para ayunar, y por lo tanto debemos buscar Su mente, Su voluntad y el propósito por el cual nos ha preparado interior y exteriormente para ayunar, en lugar de andar buscando la consolación y el placer exterior que proviene de los halagos de los seres humanos.
El propósito del ayuno es debilitar los apetitos del espíritu, alma y cuerpo de manera que nuestros deseos sensuales sean aminorados y nuestras pasiones sean humilladas.
Propongámonos mostrar los resultados del ayuno, y no el proceso de como ayunamos. El verdadero crecimiento spiritual ocurre cuando nos escondemos en el lugar secreto con el Señor.
Oración
Señor Jesús prepara mi espíritu, alma y cuerpo para este ayuno. Fortalece mi corazón y mente con una determinación constante de obedecer a tus mandamientos. Ayúdame a subyugar mi alma carnal bajo la soberanía de Tú Espíritu, enséñame a humillarme y tener total dependencia de Tí. Permíteme crecer en la gracia y el conocimiento tuyo. Lava mi ser con el agua de la Palabra y el Espíritu de Dios. Llena mi corazón con Tú gozo, permíteme irradiar tu luz. Permíteme manifestar una actitud humilde en mi trato con la gente. Aminora todo deseo sensual en mí y humilla mis pasiones.
¡Gracias Señor Jesús por esta nueva oportunidad para conocerte a otro nivel!
¡Gracias Señor Jesús por esta nueva oportunidad para conocerte a otro nivel!
Dios les bendiga
Maly de Bianchi
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