viernes, 23 de octubre de 2015

Mujer ]Bella y Emotiva: LA AMARGURA

🎀Mujer eres Bella
🌀Bella y Emotiva

LA AMARGURA
Todo buen jardinero sabe que no es posible acabar con las malas hierbas. Si tratas de eliminarlas con algún producto, no llegarás a ninguna parte. Hay que extraer las malas hierbas de raíz. De lo contrario, solo seguirá saliendo y en ese proceso traerán aún más de sus amigos con ellas.
No es casualidad que Dios use la imagen de la mala hierba para describir un pecado en particular que tiene la peculiaridad de arrastrar nuestros corazones por completo. . . la amargura.
"Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados" (Hebreos. 12:15).
La amargura no es uno de esos pecados grandes y llamativos que se puede ver creciendo en la superficie de nuestro corazón. No se puede mostrar como la ira ni producir grandes frutos podridos como la desobediencia. La amargura es un pecado durmiente. Crece bajo la superficie, en lo profundo del suelo de nuestros corazones.
Pero la advertencia del autor de Hebreos está claro que la raíz de amargura brotará algún día y cuando lo haga, "muchos serán contaminados." En otras palabras, si esa raíz de amargura sigue creciendo habrá una cosecha de dolor para ti y para las personas a tu alrededor. Y debido a que la amargura es un pecado lleno de malezas que se entierran primero en nuestros corazones, no podemos solo cortar las conductas que la amargura causa. (Vamos a llegar ahí en un minuto). Necesitamos la ayuda del Señor para sacar de un tirón ese retoño de raíz.
El grupo de actitudes con el que viene la AMARGURA:
"Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia." (Efesios 4:31)
Pablo aquí está describiendo un conjunto de emociones que vienen juntas con la amargura. Sé por experiencia que la amargura casi siempre viaja con un grupo desagradable. Cuando la amargura está echando raíces en mi corazón, por lo general la ira también lo está haciendo. Lo mismo ocurre con el enfado, la calumnia, y la malicia.
Si no nos ocupamos de la amargura, la amargura progresará hacia el enojo extremo (que es la ira).
Si no nos ocupamos de la ira, vamos a empezar a reclamar o exigir lo que queremos.
• Si eso no funciona, vamos a empezar a hablar mal del objeto de nuestro resentimiento con la esperanza de reclutar a otros para que estén de acuerdo con nosotros y justificar nuestro sentimiento (eso es calumnia).
• Si esto no se controla eventualmente vamos a tener el deseo de causar daño a la persona objeto de nuestra amargura.
En el camino, la gente resulta herida, las relaciones se descarrilan, nos roba el gozo, y el crecimiento del fruto del Espíritu se atrofia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LEER NOS TRANSFORMA

CLUB DE LECTURA PALABRAS CON VIDA DISFRUTAR ENTRE AMIGAS  DE LA LECTURA ACTIVA Y GRUPAL, EL CONSEJO DEL MEJOR LIBRO QUE...