Beneficios del Ayuno Prolongado
“En aquella ocasión yo, Daniel pasé tres semanas como si estuviera de luto. En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé ningún perfume”. Daniel 10:2-3 NVI
¿Cuánto tiempo debes ayunar?
Algunas personas ayunan por un
día, otras lo hacen por diez días, otras por veintiún días y muy pocas lo hacen
por cuarenta días.
Dios no va a considerar más tu
ayuno porque ayunes diez o más días. Pareciera que la primera vez que Daniel
ayunó diez días (Daniel 1:12), fue un tiempo programado para él. El segundo
ayuno (Daniel 10:2-3) parece reflejar un periodo entregado a la oración, al
luto, y a buscar a Dios para obtener una respuesta (Daniel 10:12).
Probablemente ayunes con un
grupo de personas de tu iglesia o tal vez de otra organización. Alguien más ha
establecido el tiempo para este ayuno de Daniel, sean diez o veintiún
días. Dios no va a medir el éxito de tu
ayuno, porque ayunes diez o veintiún días.
Él mira la calidad de tiempo que pasas en su presencia y luego te
recompensa por la naturaleza bíblica de tu intercesión.
Sea cual fuera tu duración del
ayuno de Daniel hazlo voluntariamente y sométete al liderazgo espiritual (Hebreos
13:17). Nunca te quejes de la duración o de ningún otro aspecto de lo que el
grupo al que perteneces practique en este ayuno: “Señor voy a ayunar con
fuerzas hasta el final”.
Los
beneficios de un ayuno prolongado
Antes que nada, pregunta cuán
serio es el propósito de oración por el que oras. Si es serio o fundamental
comprométete con un ayuno y oración de diez o veintiún días y determina permanecer
hasta el final de este periodo. Necesitarás pasar mucho tiempo en oración para
asegurarte de que Dios escuche y responda. Tu oración crecerá en intensidad a
medida que tu ayuno transcurre.
Razones que debes considerar
en un ayuno prolongado:
1.
Recuerda que tu compromiso no es con un grupo o
con una iglesia. Tu compromiso de fe con
el ayuno de Daniel fue hecho con Dios. ¿Acaso no crees que Dios sabía del éxito
del proyecto antes de que te comprometieras o antes de que establecieras la
meta? Entonces, ayuna hasta el final de tu compromiso para agradar a Dios.
2.
Sé autentico contigo mismo. Si te has
comprometido con diez o veintiún días, entonces, debes guardar tu palabra para
tu integridad. Si lo abandonas muy
pronto, entonces tu autopercepción se nubla y tu autodeterminación se debilita.
3.
Para que tu fe crezca necesitas tiempo. Cuanto más
ores por un proyecto, más fuerte se volverá tu fe.
¡Mira
a Abraham! Cuando Dios lo llamó por primera vez y le prometió que levantaría
una nación a través de sus hijos, la Biblia lo describe como “débil en la fe” (Romanos
4:19). Dios pacientemente fortaleció la fe de Abraham para que creyera en que
Él podía hacer lo que prometía.
Tal vez
tengas una fe débil al comenzar el ayuno de Daniel, pero al continuar ayunando
–día tras día- descubrirás que tu fe comienza a fortalecerse al aprender cómo
orar. Si tu fe es débil (Romanos 14:1)
entonces comienza a orar a diario, como el padre que no tenía suficiente fe
para sanar a su hijo, pero quería que su hijo fuera sano y oró de la siguiente
manera: ¡Sí creo!, … ¡Ayúdame en mi poca fe! (Marcos 9:24).
4.
Para que el proyecto pueda crecer en tu
mente. Si otra persona estableció el
propósito de tu ayuno, quizá no tengas la misma carga que el líder de tu grupo
o que tu pastor. Un tiempo prolongado de
ayuno y de oración enfocará la meta en tu corazón. Cuanto más tiempo ores por el propósito de
ayuno, verás con más claridad como Dios utiliza ese propósito para expandir su
reino y glorificar su nombre.
Mantén
tus ojos físicos abiertos al mirar los registros de tu propósito y pon en práctica
la “oración geográfica”, visitando el lugar y caminando alrededor del área por
la que oras. Dios puede utilizar las
circunstancias en el lugar de tu propósito de fe para intensificar la urgencia
de tu oración por ese propósito.
5.
Se necesita tiempo para encontrar pecado en tu
vida y tratarlo con la sangre de Cristo, quizá pueda haber pecado oculto en tu
corazón, o tal vez estés ciego a otro pecado obvio. Debido a que justificamos
algunos de nuestros pecados, no vemos el pecado oculto en nuestro corazón que
dificulta la respuesta a nuestras oraciones (Salmo 66:18, Juan 9:31). Satanás
te ciega al pecado en tu vida para que no te arrepientas y de esa manera
entorpecer las respuestas de Dios a tus oraciones. Puede tomar un tiempo el que
Dios te revele el pecado oculto que bloquea su bendición para tu vida, pero
puedes estar seguro que, si le pides a Dios que te muestre tu pecado, él lo
hará.
6.
Toma tiempo el buscar a Dios y encontrarlo
(salmo 44:24). Cuando buscas algo, es porque lo perdiste y lo necesitas. La
búsqueda indica un deseo profundo de tu parte, en ocasiones Dios no se revela
inmediatamente. ¿Por qué escondes tu rostro …?, exclamo el Salmista (Salmo
44:24). Posiblemente Dios se esconde
para ver si realmente deseas encontrarlo.
MI TIEMPO PARA ORAR
Señor, abre mis ojos espirituales de manera progresiva a lo largo de este ayuno para que al final del mismo pueda conocerte mejor de lo que te conocí al principio.
Señor, al esperar en tu presencia, revélame todo pecado
escondido en mi corazón que pueda dificultar mis oraciones.
Señor, dame un corazón decidido para orar de continuo, para orar con sinceridad y para orar con fe.
Señor, prometo no abandonar el ayuno hasta el final. Amen.
MI
ACTITUD DE AGRADECIMIENTO
Agradezco a
Dios por:
Realiza una lista de cosas por
las que estés agradecida(o) y por las cosas que
anhelas recibir en el ayuno y
oración de 21 días.
MI RESPUESTA DE HOY
Si obtienes una respuesta de parte de Dios, tómate el
tiempo para anotarla y dejarla escrita en tu diario de experiencias
El Ayuno de Daniel
Cómo Ayunar para obtener victorias espiritualesElmer L. Town
Páginas 82 - 88
Abrazadas por Su Gracia©
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