¿ERES DE LAS QUE QUEBRANTA EL AYUNO?
Definición: quebrantar un ayuno es infringir los límites de
tu dieta o del periodo que prometiste ante Dios.
El hecho de ser disciplinada durante el ayuno, te ayuda a
mantener el cuerpo en su lugar, además de tener beneficios directos en
relación con la oración. Hay una notable aceleración espiritual y aumento del
poder de concentración en las cosas del Espíritu.
¿Qué pasa cuando comes algo que prometiste no comer?
Una pregunta difícil, porque el desliz es en contra de Dios,
pero también en contra tuya porque te prometiste a ti misma orar y ayunar.
Esto te provocará una incomodidad y un sentimiento de culpa, porque
de una u otra forma fallaste, a ti misma y a Dios. Comer no siempre es una
elección puede ser una decisión.
¿Qué haces cuando entras a una oficina en donde te reciben
con un plato de deliciosos chocolates e involuntariamente mientras la
recepcionista te atiende tu agarras uno y te lo metes a la boca? te vas a lamentar y vas a querer perder los
días de ayuno que llevas y comenzar de nuevo, vas a seguir como si nada o le
pides inmediatamente perdón a Dios y oras por ese pecado ignorante que
cometiste.
En el Antiguo Testamento había una pena severa por los
pecados intencionales y una pena menor por los pecados por ignorancia, Números
15:29-31.
¿Qué haces si quebrantas tu ayuno sin darte cuenta? Comenzarías a comer de forma normal porque
igual ya lo quebrantaste, le pedirías perdón a Dios por un pecado por
ignorancia (“si confesamos nuestros pecados, Dios nos los perdonara” 1 juan
1:9). O le pides a Dios que te guarde para no volver a hacerlo (¡perdóname
aquellos errores de los que no estoy consciente! Salmo 19.12)
Este problema tiene varias capas, primero quebrantaste tu
voluntad, también has herido tu dominio propio al hacer aquello que prometiste
no hacer. Al romper el compromiso puede que formes una imagen negativa de ti
mismo.
¿Cómo puedes aliviar tu autoestima y comenzar otra vez tu
autodisciplina? no puedes hacerlo por ti mismo, hasta Pablo dijo: “no hago el
bien que quiero, si no el mal que no quiero”, Romanos 7:19. Pablo
se sentía frustrado, “ no entiendo lo que me pasa” Romanos 7:15.
En esta parte es donde te preguntas: ¿por qué no logro
cumplir con lo que me propuse, qué me está pasando, por qué no lo puedo hacer?
Y es porque lo estamos haciendo en nuestras fuerzas, sin dejar que Dios haga su
parte y nos ayude cuando se lo pedimos.
La respuesta a las
promesas rotas y los compromisos no cumplidos de Pablo era el Señor, “Gracias a
Dios por medio de Jesucristo nuestro
señor”, Romanos 7:25. “NECESITAS EL PODER DE CRISTO PARA QUE TE AYUDE”.
No te deprimas porque Dios perdona los pecados profundos como
el asesinato y el robo pero también perdona las promesas quebradas.
Comienza el ayuno de Daniel otra vez, no desde donde lo
dejaste. Comienza otra vez desde el principio sean tres, diez o veintiún días.
Comienza el ayuno de Daniel con gozo por que fuiste perdonado de tu quebranto
pasado. Comienza otra vez con toda la fe que ejercitaste la primera vez.
MOTIVO DE ORACIÓN
MI RESPUESTA DE HOY
Si obtienes una respuesta de parte de Dios, tomate el tiempo
para anotarla y dejarla escrita en tu diario de experiencias.
El Ayuno de Daniel
Elmer L. TownsPáginas 149-154
Abrazada por Su Gracia
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