Oración de Guerra Espiritual
Si eres
lo suficientemente serio en las tareas personales y sociales como cristiano
y también lo eres para realizar la disciplina del ayuno, puedes esperar resistencia,
interferencia y oposición. Planéalo, en la medida en que puedas hacerlo, que no
te tome desprevenido. Recuerda que intentas avanzar en tu travesía espiritual y
ganar terreno en el reino. Es necesario
que le quites espacio al enemigo ya que ningún gran movimiento del Espíritu Santo
pasa desapercibido para él.
Cuando
el pueblo de Dios enfrenta una batalla espiritual, puede clamar victoria al
levantar las mano y al dirigir su corazón hacia Dios.
Al hacer el ayuno de Daniel te verás tentado como nunca antes,
probablemente porque tratas de hacer algo que jamás habías hecho. Oras y ayunas
durante diez o veintiún días por un proyecto de fe.
Por
eso puedes enfrentar lo siguiente: (1) la tentación de abandonar, (2) tener
dificultar para mantener tu mente puesta en Dios cuando deberías orar, (3)
pensar en un pecado pasado que te dio satisfacción, (4) que venga sobre tu vida
un espíritu de desánimo (5) quizá aparezca un pecado acuciante o (6) la
manifestación en tu vida de otras actitudes no cristianas.
Así
que, la mayor parte de la guerra espiritual no será con cosas extremadamente
diabólicas como echar fuera un demonio o tratar con manifestaciones
sobrenaturales del poder demoníaco, o que personas obviamente anticristianas te
ataquen a ti o a tu ministerio.
Cuando
Moisés guió a la multitud al oasis de Horeb, el pueblo esperaba tomar agua.
Pero el agua se había secado. Cuando más sedienta se volvían las personas,
mucho más se quejaban. Moisés oró al
señor “¿Qué voy a hacer con este pueblo? Éxodo 17:4.
Dios
le dijo a Moisés: “Ponte en marcha que yo estaré esperándote junto a la roca
que está en Horeb. Aséstale un golpe a la roca y de ella brotará agua para que
beba el pueblo” Éxodo 17:5-6.
Cuando
Moisés obedeció, el agua brotó de la roca. El pueblo entendió que esa era una
victoria sobrenatural: “¿Está o no está el Señor entre nosotros?” Éxodo 17:7.
Cuando obtengas una gran
victoria espiritual, ¡ten cuidado!, el enemigo quizá prepare el contrataque.
Tal vez,
experimentas una gran victoria al hacer que muchas personas se pusieran de acuerdo
para un desafío espiritual en el ayuno de Daniel, y para orar por un proyecto
de fe. Quizá sientas una victoria personal porque mantuviste tu ayuno por casi
veintiún días ¡ten cuidado!, el malvado Amalec quizá prepare un ataque para
evitar que alcances un final exitoso de tu ayuno.
Ayudas
prácticas en la guerra espiritual
Recibe
fuerzas de tus amigos, es importante tener a otras personas que interceden
contigo por tu proyecto de fe, recurre a ellas por tu necesidad especial.
Comparte con ellas tu carga. Has que oren por ti, al igual que contigo
“nosotros somos colaboradores el servicio de Dios”, 1Corintios 3:9.
Pelea
activamente contra tus distracciones y tentaciones. Quizá no deberías cerrar los ojos mientras
oras. Pero cuando los mantengas abiertos,
ten cuidado de no ver las cosas que puedan distraer tu mente. Escribe tus oraciones mientras las dices,
subraya o remarca tus pedidos de oración al orar por ellos.
Ora
en voz alta para poder enfocarte en el objetivo, al mantenerse activo para
armar las frases que pronuncias, tu mente no divaga. Cambia tu postura de oración, pasa de estar
arrodillado a estar parado, de caminar a postrarte delante del Señor. Tener el
cuerpo activo puede mantener la mente enfocada.
Conoce
tu área más débil. El enemigo conoce tus debilidades y tratará de atacarte
justo allí, así que no le permitas que llegue. Escribe cuál es tu área más
débil, sé consciente de esta, ora por ella y tenla presente.
Ora
contra tu enemigo algunas personas lo denominan “reprender a Satanás” o “reprender
al enemigo”, cuando ores contra el enemigo, hazlo con prudencia, porque nuestro
enemigo posee gran poder sobrenatural, pero por otro lado, ten ánimo. Jesús dijo: “se me ha dado toda autoridad en
el cielo y en la tierra”, Mateo 18:28.
Ora
en voz alta, clamando por el poder de la sangre de Cristo para derrotar al
enemigo.
Cuando
el arcángel Miguel se encontraba en guerra espiritual, como se registra en
Judas 1:9, tuvo cuidado de no actuar con la confianza puesta en si mismo o
confiado en sus propias capacidades.
Su
respuesta al diablo fue: “¡que el Señor te reprenda!”. Estate preparado para un
contrataque para cualquier éxito que tengas en oración. Pablo nos recuerda: “oren sin cesar”, 1
Tesalonicenses 1:17.
Reclama
la victoria que ya es tuya.
MI TIEMPO PARA ORAR
Señor,
quiero ser fuerte en tus fuerzas; ayúdame en mi debilidad y mantenme alerta.
Señor,
la biblia dice “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” por eso rindo mi
debilidad a tu fortaleza.
Señor,
gracias por cada victoria que tuve en el pasado; aprendo de ellas y sigo
adelante “de victoria en victoria”. ¡Amén!
MI RESPUESTA DE HOY
El Ayuno de Daniel
Cómo Ayunar para obtener victorias
espiritualesElmer L. Town
Páginas 196-202
Abrazadas por Su Gracia
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