Ayunar para localizar el pecado
Algunas veces el ayuno se convierte en una lucha, pero
hay momentos en que el Señor se manifiesta de tal manera que las personas se
olvidan de la comida; y es que al estar en la presencia de Dios no quieres
salir de allí; anhelas estar cada vez más tiempo y más cerca en su regazo. Y
es en ese tiempo donde el
avivamiento surge en tu vida y Dios
derrama Su presencia, como en la promesa de Joel 2:28 “...Derramaré mi Espíritu
sobre toda carne.”
Te has preguntado ¿Por qué a veces no tienes resultados tu oración? ¿Por qué
encuentras barreras para avanzar en tu caminar con Dios?
Quizá Dios te llevó a este tiempo del ayuno
de Daniel por algún pecado, alguna
actitud en tus acciones o pensamientos y quiere que trates con ello antes de
darte lo que tanto has pedido. El pecado
puede ser pequeño o algo que aparentemente no te hará ningún daño pero al final
te limita y devasta, en la mayoría de los casos no te das cuenta, no eres
consciente de ello. Estamos ciegos a nuestro propio pecado, está allí pero no
lo vemos.
El pecado nos ciega, agota nuestras fuerzas
espirituales y mata nuestra resistencia.
No queremos orar, ni leer la Biblia, ni
siquiera ir a la iglesia, menos adorar a Dios, 2 Corintios 4:4.
En este tiempo del ayuno de Daniel Dios
empezará a mostrarte pecados ocultos que
paralizan y bloquean el fluir de sus bendiciones inagotables. Sin embargo, el
solo saber que hay pecado oculto no es suficiente, debes confesarlo a Dios para
que te perdone. "Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad", 1 Juan 1:9.
Ayunar en la presencia de Dios te dará
fortaleza y verás las cosas como Dios las
ve.
MI TIEMPO PARA ORAR
Señor, busco tu presencia en mi vida. Tu
dijiste: "Me buscarán y me encontrarán,
cuando me busquen de todo corazón” , Jeremías
29:13.
Señor, rindo toda mi vida a ti, incluyendo mi
mente, mis actitudes y las cosas que hago. Me deshago del control de estas
cosas.
Señor, lléname con tu Espíritu Santo para
estudiar tu Palabra, para orar y para
servirte.
Señor, llévate la ceguera y muéstrame todo
pecado que bloquee tus bendiciones para mi vida.
Señor, confieso mi pecado (Nómbralo) y te pido
que me perdones y me limpies. Amén.
MI RESPUESTA DE HOY
Anota en tu diario de experiencias lo que escuchaste decir al Señor.
El Ayuno de Daniel
Cómo Ayunar para obtener victorias espirituales
Elmer L. Town
Páginas 142 - 148
Abrazadas por Su Gracia
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