Vivir en Plenitud

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Plenitud: Totalidad, integridad, o cualidad de pleno.
Mejor momento de algo.

Esto me hace pensar que la mejor manera de vivir una vida plena, es conociendo totalmente a Dios. No hay nada ni nadie que pueda llenar nuestra vida a plenitud, porque somos seres espirituales con necesidades espirituales, creados a imagen y semejanza de Dios. Por lo tanto, sólo aquel que nos formó puede llenar plenamente todas aquellas cosas que necesitemos.

Salmo 23:1 dice: “Jehová es mi pastor; nada me faltará.”

Nada me faltará…esto no se refiere a cosas materiales, ni a problemas o dificultades, a lo que se refiere es que fuera de Él nada deseamos. Estando y permaneciendo en Él nada nos faltará.

A continuación les comparto un artículo de cómo conocer a Dios totalmente.

¿Cómo conocer a Dios totalmente?
Por: Charles Stanley

Siempre hay algo más que podemos aprender acerca del Señor. Nunca tendremos un entendimiento completo de su naturaleza porque sus caminos son mucho más altos que los nuestros
(Isaías 55.9,9). No obstante, tan pronto entramos en una relación con el Señor, Él promete revelarnos más de Él. Oseas 2.19,20 dice: “Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.” Él ha desposado (o comprometido) a su pueblo consigo mismo por una razón: por darse a conocer.

Por supuesto, para conocer a alguien íntimamente no basta con saber qué hace la persona, uno debe conocer su carácter y su corazón. Es necesario saber qué le motiva.
Lo mismo sucede con Dios. Es triste cuando nos quedamos satisfechos con saber unos cuantos hechos acerca de Dios, cuando lo que Él quiere es que lo conozcamos y lo amemos de verdad, en una relación profunda e íntima. Estas son seis razones por las cuales deberíamos conocer los caminos de Dios.

1. Deberíamos conocer los caminos del Señor porque son esenciales para conocerlo a Él. En el Salmo 25.4-5 David escribió: “Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.” A medida que conocemos sus caminos, llegamos a conocer su corazón, y el gozo más grande de la vida es conocer a Dios personalmente e íntimamente.

2. Deberíamos conocer los caminos de Dios porque Él quiere que los conozcamos. Deuteronomio 10.12,13 explica: “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?” En otras palabras, Él desea que vayamos más allá de una relación superficial con Él. No debemos verlo meramente como nuestro Maestro, sino tratarlo como nuestro Amado. Ciertamente, Él nos ayudará a entender todo aquello que nos requiera conocer.

3. Deberíamos conocer los caminos de Dios porque es el anhelo de su corazón para nosotros. El Señor nos dice: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer 33.3). Él desea nuestro compañerismo, es decir, que lo busquemos y lo adoremos de todo corazón. Este hecho por sí solo debería motivarnos a buscar una relación profunda y significativa con Él.

4. Deberíamos conocer los caminos de Dios porque Él nos ama. Nuestro Padre celestial también nos dice: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jer 31.3). Él desea lo mejor para nosotros y quiere que cada uno de nosotros reconozca que sus planes siempre superarán todo lo que podamos pedir o imaginar (1 Co 2.9; Ef 3.20).

5. Deberíamos conocer los caminos de Dios porque son los mejores. “Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jer 29.11). Sin importar que situación debamos soportar o cuán difícil sea alguna decisión que debemos tomar, podemos tener por seguro que el camino de Dios es el mejor método para abordar el problema. Él nos guiará y nos dará la fortaleza y la sabiduría para manejar nuestras circunstancias como a Él le agrada.

6. Deberíamos conocer los caminos de Dios porque son la vida al éxito. Aunque el mundo defina el éxito en términos de logros que implican riqueza y poder, para el Señor el éxito verdadero descansa en la base de la obediencia a la voluntad de Dios. Como lo establece 1 Juan 2.17: “el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. En últimas, nadie puede trastocar los planes de Dios; Él tendrá éxito y alcanzará la victoria (Job 42.2). Si nos sometemos a Él, participaremos de su triunfo. Por lo tanto, disponga su corazón a conocer todo acerca de Dios: sus obras, sus caminos y su voluntad para su vida. Esta es su promesa: “me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”
(Jer 29.13).

Compartido por
Maly Bianchi
Guatemala