A través de Jesucristo, los padres tenemos la autoridad de resistir en representación de nuestros hijos a cualquier espíritu de temor.
El temor no tiene poder sobre ellos, nosotros tenemos poder sobre él, Jesús nos ha dado autoridad sobre todo poder del enemigo (Lucas 10:19) No seas engañado a creer lo contrario.
Si el temor continúa después de haber orado, pide a otros dos fuertes creyentes que oren contigo. Donde haya dos o más reunidos en el nombre del Señor, Él está ahí en medio de ellos (Mateo 18:20).
El temor y la presencia de Dios no pueden ocupar el mismo lugar, puesto que tenemos a Jesús, nosotros y nuestros hijos jamás tendremos que vivir con un espíritu de temor o aceptarlo como un estilo de vida.
ORACIÓN:
Señor, tu Palabra dice: "Busqué al Señor, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores" (Salmo 34:4 BdlA).
Yo busco de ti en este día, creyendo que me oyes, y te suplico que liberes a (nombre del niño(a) de cualquier temor que amenace apoderarse de ella (él). Tú has dicho que "no nos has dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1 :7).
Inúndale con tu amor y aleja de ella (él) cualquier miedo o duda. Hazle sentir tu presencia amorosa sobrepasando cualquier temor que pudiera amenazar con apoderarse de ella (él).
Ayúdale a depender de tu poder de tal forma, que establezca una confianza y una fuerte fe en ti. Proporciónale una mente tan sana que ella (él) pueda reconocer cualquier evidencia falsa que el diablo le presente y la identifique como algo sin base concreta. Dondequiera que haya un peligro real o una buena razón para temer, dale sabiduría a ella (él), protégele, y acércale a ti.
Ayúdale a no negar sus temores, sino llevarlos a ti en oración y buscar liberación de ellos. Yo oro para que ella (él) se acerque a ti, tu amor penetre su vida y desplace todo temor. Siembra tu Palabra en su corazón.
Que la fe sea arraigada en su mente y en su alma mientras ella (él) crece en tu Palabra. Señor, gracias por tu promesa de librarnos de todos nuestros temores. En este día yo oro en el nombre de Jesús, en representación de mi hija(o), por la libertad del temor, AMÉN.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (IsaÍas 41:10)
Basado en el libro: El Poder de los Padres que Oran (Stormie Omartian)
Abrazadas por Su Gracia ©
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