Los niños que han sido enseñados a vivir en la pureza y la santidad, tienen rostros radiantes inconfundibles y un atractivo que cautiva.
Nosotros queremos que reconozcan a nuestros hijos por su bondad, anhelamos que luzcan atractivos a otros por su pureza, esto tiene que ser enseñado por el verdadero Maestro que es el Espíritu Santo, la santidad comienza con el amor hacia Él. “Consérvate puro”(1 Timoteo 5:22)
Esto solo se puede lograr por medio de la sumisión total a Dios, a su ley y el poder de su Espíritu Santo. Oremos para que nuestros hijos sean atraídos a la santidad y a la pureza como a un imán, para que cuando algo profano o impuro les tiente, puedan de inmediato detectar la situación y sentirse lo suficientemente incómodos como para rechazarla por completo.
Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. 1 Tesalonicenses 4:7
Vivir con pureza dentro de los límites de la ley de Dios, es encontrar integridad en la persona en su totalidad. La santidad se trata de esa integridad. Niños que anhelan la santidad y buscan del poder de Dios para poder lograrla, no podrán llegar a ser menos que bendecidos y cabales.
ORACION:
Señor, te imploro que tú llenes a (nombre del niño(a) con un amor por ti, que sobrepase su amor por cualquier otra cosa o persona. Ayúdala(o) a respetar y reverenciar tus leyes y a entender que han sido establecidas para su beneficio. Que ella (él) pueda ver con claridad que cuando tus estatutos son desobedecidos, la vida no funciona. Esconde tu Palabra dentro de su corazón para que no haya atracción al pecado. Oro para que ella (él) huya del mal, impurezas, pensamientos perversos, palabras y actos impíos, y que sea atraída( o) a lo que es puro y santo. Que Cristo sea formado en ella (él) y ello le impulse a buscar el poder de tu Espíritu Santo, que le capacite para hacer lo correcto. Tú has dicho: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios" (Mateo 5:8). Que un deseo por la santidad que viene de un corazón puro, sea reflejado en todo lo que ella (él) haga. Que sea manifestado también en su apariencia. Te suplico que la ropa que use, la forma de arreglarse el pelo y de adornar su cuerpo y rostro, refleje reverencia y un deseo de glorificarte a ti, Señor. Donde ella (él) se haya extraviado del camino de santidad, guíale al arrepentimiento y haz obrar en su corazón y en su vida, tu poder purificador. Hazle entender que vivir en pureza trae integridad y bendición, y que la recompensa mayor por ello será el verte a ti. Amen.
¿ Quién subirá al monte del Señor? ¿Y quién podrá estar en su lugar santo? El de manos limpias y corazón puro; el que no ha alzado su alma a la falsedad, ni jurado con engaño. Ese recibirá bendición del Señor y justicia del Dios de su salvación. Salmo 24:3-5 (BdIA)
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