jueves, 28 de abril de 2016

DIA 27: DETERMINADA A ORAR POR MI ESPOSO EN MI DEVOCIONAL DIARIO: POR SU OBEDIENCIA



DIA 27: POR SU OBEDIENCIA

Lisa, estaba preocupada porque su esposo Josué no estaba creciendo espiritualmente como ella. La relación de ella con el Señor era cada vez más profunda, mientras que la de él parecía ir disminuyendo a la misma velocidad. Ella estaba frustrada por la falta de compromiso espiritual que él tenía, ya que ella añoraba que los dos crecieran y experimentarán juntos en esta área importante de sus vidas. 

Ella no quería ser la que llevara la carga espiritual en la familia. Siempre que decía algo al respecto, Josué protestaba diciendo que su carrera lo mantenía demasiado ocupado para poder pasar tiempo con el Señor y leer su Palabra. Sus viajes de negocios a veces lo llevaban fuera de la ciudad los fines de semana, por lo tanto no podía asistir a la iglesia con Lisa y sus hijos.

Lo que más la irritaba a ella era que nada de esto parecía molestarlo a él… hasta que su trabajo se convirtió en un desafío mayor de lo que él podía manejar de forma cómoda. Al tener más tensión, Lisa se daba cuenta de cómo él se iba agotando. Ella sabía que si él podía entender la conexión que hay entre pasar tiempo con el Señor cada día y encontrar la fuerza espiritual, su vida estaría mucho mejor. También estaba segura de que él no estaba listo para oírlo de parte de ella.


Aunque Lisa sabía que Dios estaba llamando a Josué a este paso de obediencia, ella decidió no decir nada. En lugar de eso, oraba todos los días para que él tuviera el deseo de tener más de Dios en su vida. Aunque oró por meses sin ver ningún cambio físico, una mañana él anunció en voz baja: "Hoy voy a ir más temprano a la oficina porque necesito pasar tiempo a solas con el Señor antes de hacer algo". Ella dio Gracias a Dios en silencio.
Desde entonces, como unas pocas excepciones, él se va temprano todos los días de la semana para leer la Biblia y orar en su oficina. De eso ya hace dos años y ahora está disciplina espiritual ha traspasado a las áreas de disciplina física también. Hace ejercicios, come saludable y está bajando de peso, como deseaba y ganando un vigor nuevo. Solo Dios puede hacer eso.

Si observas que tu esposo va por un camino equivocado, ¿debes decir algo? Si es así, ¿cuánto debes decir y cuándo es el momento adecuado de decirlo? Me he dado cuenta que la mejor forma de proceder es llevándoselo a Dios primero y pesarlo en sus balanzas. Puede que él te instruya a mantenerte callada y orar, como lo hizo con Lisa. Pero si Él te dirige a hablar con tu esposo acerca del asunto habrá una oportunidad mucho mayor para él oír la voz de Dios en algunas de tus palabras, si has orado antes de hablar. Cualquier cosa que percibas como una molestia continua resultará contraproducente y mejor es no decirlo. 


Orar para que sus ojos se abran a la verdad, y que su corazón tenga convicción será mucha más efectivo que si le dices qué debe hacer. Puedes exhortarlo a que haga lo que es correcto y orar para que haga lo que es correcto, pero al final es la voz de Dios. Lo que tendrá mayor impacto.

Ningún hombre puede recibir lo que Dios tiene para él sino está viviendo en obediencia. Jesús, era uno que nunca andaba con rodeos, dijo: "Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos" (Mateo 19:17).


 Él sabía que nada daría más paz y confianza a un hombre que saber que está haciendo lo que Dios quiere que él haga. La Palabra de Dios promete que al ser obediente a sus caminos, tu esposo ha de encontrar misericordia (Salmo 25:10), paz (Salmo 37:37), felicidad (Proverbios 29:18), plenitud (Proverbios 2:15), bendiciones (Lucas 11:28) y vida (Proverbios 21:21). No vivir en obediencia traer consecuencias duras (Proverbios 15:10), oraciones sin respuesta (Proverbios 28:9) y la incapacidad de entrar en las cosas grandes que Dios tiene para él (1 Corintios 6:9).

Caminar en obediencia tiene que ver no solo con guardar los mandamientos de Dios, sino con prestar atención a sus instrucciones específicas: Porque, si Dios le ha instruido a tu esposo que descanse y él no lo hace, eso es desobediencia. Si Él le ha dicho que deje de hacer cierto tipo de trabajo y él sigue haciéndolo, eso es desobediencia. Si él le ha dicho que se mude a otro lugar y él no lo hace, eso también es desobediencia.
Un hombre que hace lo que Dios le pide, edifica su casa sobre una roca. Cuando vienen las lluvias, las inundaciones y los vientos azotan la casa, esta no se caerá (Mateo 7:24-27). Tú no quiere ser testigo de la caída de tu casa por la desobediencia de tu esposo en cualquier área. Aunque tu lugar no es ser su madre ni la policía secreta, tu deber es orar, y hablar después que habas recibido tus órdenes de parte de Dios.


Si la desobediencia de tu esposo a los caminos de Dios ya ha derrumbado tu casa en alguna forma, puedes saber que Dios honrará tu obediencia y Él se encargará de que no seas destruida. Él derramará sus bendiciones sobre ti y restaurará lo que haya perdido. Solo continúa orando para que tu esposo no tenga un problema en cuanto a oír la voz de Dios y que él tenga la fuerza y el valor y la motivación para actuar de acuerdo a lo que oye.


ORACIÓN: 
Señor, 

1. Tú has dicho en tu Palabra que si abrigamos maldad en nuestros corazones, tu no oirás. (Salmo 66:18). 
2. Deseo que tú oigas mis oraciones, por lo tanto te pido que me reveles donde haya cualquier desobediencia en mi vida, en especial con respecto a mi esposo. 
3. Muéstrame si soy egoísta, no amorosa, crítica, airada, resentida, rencorosa o amargada con él y dónde te he desobedecido o no te he vivido en tu camino. Lo confieso como pecado y te pido perdón.
4. Oro para que des a mi esposo (nombre del esposo) deseo de vivir en obediencia a tus leyes y caminos. 
5. Revela y saca de raíz cualquier cosa que él haga, que no sea de ti. 
6. Ayúdalo a traer todo pensamiento y acción bajo tu control. 
7. Recuérdale hacer el bien (Tito 3:1-2). 
8. Enséñale a abrazar el estrecho dolor de la disciplina y el discipulado. 
9. Recompénsale conforme a tu justicia y conforme a tu limpieza de manos (Salmo 18:20) 10. Muéstrale tus caminos, Señor; muéstrale tus sendas. 
11. Encamínale en tu verdad, pues tú eres el Dios de su salvación (Salmos 25:4-5)
12. Hazle una persona de alabanzas, porque yo sé que cuando nosotros te adoramos a ti adquirimos un entendimiento claro, nuestras vidas son transformadas, y recibimos poder para vivir como tú deseas. Ayúdalo a escuchar tus instrucciones específicas para él y a obedecerlas. Dale un corazón que anhele hacer tu voluntad, y que pueda disfrutar de la paz que solo puede venir a través de vivir en obediencia total a tus mandatos.



HERRAMIENTAS DE PODER PARA ORAR CON LA BIBLIA

Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien guarda en tu corazón mis mandamientos. Porque prolongarán tu vida muchos años y te traerán prosperidad.

 Que nunca te abandonen el amor y la verdad; llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Proverbios 3:1-3

No todo el que me dice: "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Mateo 7:21


Dios aborrece hasta la oración del que se niega a obedecer la ley. Proverbios 28:9


Obedézcanme. Así yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo. Condúzcanse conforme a todo lo que yo les ordené, a fin de que les vaya bien. Jeremías 7:23

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