lunes, 4 de abril de 2016

☕Una Tacita de café y 📖 Teología


Lectura: Mateo 5:43-48
En esta fase del ministerio de Jesús, Él ha trabajado en asuntos del corazón de la Ley. Le ha enseñado a sus discípulos a cómo vivir su fe de manera que venga del corazón. Les dijo:
El asunto no es el matar, si no el odio sin resolver y que se debe reconciliar con los demás.
El asunto no es el adulterio, si no el aprender a amar a los demás y no ser lujuriosos.
El asunto no es el divorcio, si no mantenerse fiel como Él es fiel.
El asunto no es el juramento, si no ser una persona de palabra y seguir los compromisos.
El asunto no es la represalia o venganza, si no estar dispuestos a ir más allá y no juzgar.
El asunto no es odiar a sus enemigos, si no aprender a amar al enemigo, así como Jesús nos amó cuando éramos sus enemigos.
Jesús dijo: “Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.” Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo.” Jesús los llama a tener un estándar más alto de amor, deben amar aún a sus enemigos.
Jesús, sin embargo, nunca llama a sus discípulos a hacer algo que Él no hizo o nos modeló.
Colosenses 1: 21-22 dice:
“En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos.
Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte.”
Romanos 5: 10-11 dice: “Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación.”
Estos versículos nos dicen que Jesús nos amó (sus enemigos), cuando estábamos lejos de Él. Romanos 5:8 dice: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.”
El amor de Jesús es incompresible e inmerecido y más si pensamos en el amor que Él tiene por sus enemigos, de los cuales nosotros formábamos parte.
SL/ME

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LEER NOS TRANSFORMA

CLUB DE LECTURA PALABRAS CON VIDA DISFRUTAR ENTRE AMIGAS  DE LA LECTURA ACTIVA Y GRUPAL, EL CONSEJO DEL MEJOR LIBRO QUE...