viernes, 29 de septiembre de 2017

Tema #13 La Cruz de Cristo


LA CRUZ DE CRISTO



El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia… 1 Pedro 2:24

Muchas personas tienen una religión y conocen sobre Dios, pero no experimentan una relación genuina ni lo conocen a Él personalmente. Esta es la razón principal por la que tantas personas religiosas nunca muestran evidencia de oraciones respondidas en sus vidas; no tienen una verdadera relación personal y salvadora con Jesucristo

21 No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicais la iniquidad.”  Mt. 7:21-23

Para desarrollar una vida de oración más vivaz y efectiva necesitamos detenernos y pensar si hemos comenzado a entablar una relación genuina con Dios.

Si estas convencido que irás al cielo por ser una excelente persona, porque en algún momento hiciste una oración en la iglesia, porque te bautizaste o porque perteneces a una congregación, entre otros, tiene un gran motivo para preocuparte. Todo esto tienen tiene valor y es honorable, pero, nada de esto puede salvarte.

Una relación con Dios empieza con el arrepentimiento y la fe en la cruz de Jesucristo. La Escritura señala únicamente a Jesús como el Mesías provisto por Dios para cerrar la brecha y redimir a los pecadores, para que puedan volver a relacionarse con Dios.

Dios es el único que establece los requisitos de justicia para conocerlo, hablar con Él y pasar una eternidad a Su lado.

Dios nos creó, conoce y posee toda la autoridad en el cielo y en la tierra. Sus caminos son superiores a los nuestros.  No se trata de ¿qué creo que debería de hacer Dios?, sino ¿qué ha decido Dios?  Esto abarca la salvación, el discernimiento, la ética, y también la oración. No podemos decirle a Dios que hacer, necesitamos conocer que es lo que Dios ha decido para nosotros y para lograrlo necesitamos tener una verdadera y genuina relación con Él. 

Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo. 1 Timoteo 2:5-6

El libro de Hebreos explica que solo Jesucristo cumplía cada uno de los requisitos de Dios para un Salvador, entre ellos, ser un sacrificio puro de sangre para redimir el pecado, el cumplimiento de la ley de Dios, la instauración de un pacto perfecto entre nosotros y Dios, y un sacerdocio eterno que llevara a cabo este pacto.  Jesús nos ofrece una salvación que abarca todo, sin importar donde estés Jesús te ofrece salvación. Cualquier otra cosa que no sea Cristo no alcanza, no aborda el pecado ni ofrece vida eterna más allá de la tumba. 

La salvación no es por obras:  Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo, que El derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia fuésemos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna. Tito 3:5-7.

Debemos someternos al plan de Dios y ser salvos como Él lo dispuso, a través de Jesús y no por nuestra cuenta.  La salvación viene de Dios y no del hombre. Es una transformación espiritual que Dios produce dentro del corazón y de la vida de una persona.  Ninguna persona o iglesia puede otorgarla.  Dios lo hace cuando nos arrepentimos y confiamos en Cristo por fe.

que, si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; 10 porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Ro. 10:9-10

¿Confías en ti mismo, en tu iglesia, en tu bondad, en tu capacidad, o confías en Jesús?  La eternidad es demasiado larga para equivocarse sobre nuestro destino final.

Necesitamos asegurarnos de que los frutos de la verdadera salvación están presentes en nuestra vida.  Si en esta búsqueda descubres que tal vez no conoces a Dios a través de Cristo, el único camino, te invitamos a arrepentirte de tus pecados y de tu autosuficiencia, y a poner tu fe en Jesucristo y confiar solo en Él para la salvación.

Si te arrepentiste y confiaste en Jesucristo como Señor y Salvador, este es el cimiento para una vida sólida de oración.  Entonces la Biblia dice que:

·         Dios es tu Padre celestial Jn. 1:12

·         Eres Su hijo amado Ef. 1:5-6

·         Su Espíritu Santo entró a tu corazón Ef. 1:13-14

·         La Sangre de Jesús te redimió y te limpió Ef. 1:7

·         Tienes acceso y la libertad de acercarte a Dios en oración con audacia Ef. 3:12.

Cuando conocemos a Cristo.  ¡Abrimos una increíble línea de comunicación con Dios en Oración!

Después de conocer a Jesús como Señor y Salvador necesitas aprender a crecer en intimidad y fe con Dios.

Oración
Señor, reconozco que soy un pecador, y que he buscado la salvación a través de mis méritos, los cuales no son suficientes para alcanzarla. Reconozco que solo a través de Cristo hay salvación. Hoy me arrepiento de todos mis pecados y te confieso como mi Señor y Salvador.  Gracias por enviar a tu Hijo Jesucristo para perdón de mis pecados, gracias por el sacrificio en la cruz. Creo que hoy he pasado de muerte eterna a vida eterna. Ayúdame a crecer y a vivir una vida que te agrade y que muestre frutos de que Tu vives en mí.
Necesito encontrarme contigo y desarrollar una relación genuina, una relación que esté marcada por una vida de oración efectiva.  Gracias por tu amor y favor inmerecidos. ¡Amen!


El Plan de Batalla para la Oración
Stephen y Alex Kendrick

Abrazadas por Su Gracia©

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