LA
ORACIÓN PROGRAMADA
Tema
#8
Y después de despedirse de ellos,
se fue al monte a orar.
Marcos 6:46
Hay días en que nos sentimos más
motivados a orar que otros, puede ser por causa de una crisis, una esperanza, o
un temor que nos consume.
La oración debería ser parte
de nuestra rutina diaria, no solo antes de comer o de ir a dormir. Nos
referimos a separar un tiempo para concentrarnos en el Señor y en nuestra
relación con Él, ese es el objetivo principal de este capítulo: La oración
programada.
En 1 tesalonicenses 5:17 se
nos alienta a orar sin cesar.
Debemos de permanecer en una
actitud de hablar con Dios y al mismo tiempo escuchar su voz. La oración debiera
ser parte de nuestra forma de pensar, no solo en el momento de adorar, si no en
nuestra manera de actuar; cuando estamos en situaciones tranquilas y también en
momentos de caos. Oremos confiados en que Él está siempre a nuestro lado porque
es Dios y sabemos que nos conoce y se interesa por nosotros.
No es pecado si no oramos cada
segundo del día, pero Dios desea que la oración se transforme en una
oportunidad constante de aprovechar al máximo, al adorar, agradecer y apoyarnos
tranquilamente en Él en cualquier momento y contexto de nuestra mente y
corazón.
En la Biblia se conecta la
oración con la práctica de quemar incienso ante El Señor, en Apocalipsis 5:8 dice
que las copas de oro llenas de incienso en el cielo son las oraciones de los
santos. David también escribió: sea
puesta mi oración delante de Ti como incienso, el alzar de mis manos como ofrenda
de la tarde (Salmo 141:2)
Habrá incienso perpetuo
delante del Señor por todas vuestras generaciones (Ex.30:7-8)
La acción de quemar el
incienso era parte del hábito diario, permanecía todo el día encendido, se
programaba que comenzara al inicio del día y se terminara de noche, de igual
forma tenemos que transformar la oración en una parte programada de nuestras
vidas.
Incluso con todas las
responsabilidades de un Rey David declaro: En la tarde, en la mañana, al medio día,
clamaré a Dios (Salmo 55:17)
Daniel también entraba a su
habitación y oraba a Dios como parte de su rutina tres veces al día, Jesús se
levantaba temprano para pasar tiempo en oración.
Así deberíamos considerar la
oración como una parte muy importante en nuestra vida, una prioridad y sobre
todo que se vuelva una pasión en nosotros, parte de nuestra rutina diaria, es
así como expresamos que Dios está por encima de todo lo demás en nuestra vida,
Él es la vida.
No importa si eres el gerente
general de una empresa o estás desempleado, debemos hacer de la oración una necesidad en nuestra
agenda diaria, las parejas casadas tienen que programar un tiempo para orar
juntas, las familias deben hacer de la oración parte de su rutina diaria, y las
iglesias necesitan reuniones de oración en sus congregaciones.
El objetivo cuando programamos
la oración es que después de un tiempo se transforme en una rutina, y luego, en
un hábito sagrado.
Jesús estaba más ocupado que
todos nosotros y priorizaba su tiempo diario de oración.
Nuestro Salvador Jesucristo
nos ofrece a diario los tesoros eternos de Su Palabra, la oportunidad de hablar
con Su Padre, el Dios del universo, y de abrirle nuestro corazón, y presentarle
nuestras necesidades.
No importa si es una hora o
quince minutos, hoy mismo decide empezar y terminar cada día en oración, combínalo
con un tiempo con la palabra de Dios.
ORACIÓN:
Señor, cuando miro mi día
promedio, veo muchas cosas que nunca considere hacer o a las que no pensé que
les dedicaría tiempo. Cada día. Todos los días. Y sin embargo, la oración…
¿Cómo puede ser que, con tanta facilidad, decida no separar un tiempo para algo
tan esencial? Ayúdame a no seguir cometiendo este error. Gracias por estar
siempre aquí, dispuesto a comunicarte siempre conmigo. Señor, me comprometo a
estar aquí para comunicarme contigo.
El
Plan de Batalla para la Oración
Stephen
y Alex Kendrick
Abrazadas
por Su Gracia©
Genial devocional. Gracias por compartirlo!
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