domingo, 3 de septiembre de 2017

Tema #5 - Qué es y qué no es la Oración


QUÉ ES Y QUÉ NO ES LA ORACIÓN


Tema # 5


 


Pero yo elevo a ti mi oración oh Señor…
Salmo 69:13
La oración no es sentarse con los ojos cerrados y tratar de vaciar nuestra cabeza de toda actividad cerebral consiente, eso no es orar.

Repetir palabras de manera incoherente no es orar.

Cruzar las piernas y cantar un mantra, encender una vela y mantener a alguien en el pensamiento, tampoco es orar.

Puedes arrodillarte en la iglesia con la cabeza inclinada y los ojos cerrados, puedes decir palabras en voz alta que parecen una oración, pero si lo haces para impresionar a las personas de forma mecánica y sin hablar con Dios, en realidad no estás orando.

La oración es comunicarse con Dios en forma reverente y con toda sinceridad, se trata de interactuar directamente con Él y tener la certeza de que Él está ahí de verdad. No olvidemos que estamos en Su presencia cuando oramos.

Tratemos de entender como es estar verdaderamente en la presencia del Altísimo, nuestra mente no vagaría despreocupadamente, no dormitaríamos, estaríamos completamente alertas y pendientes con toda la atención en Él, impactados en silencio a la espera del momento en que Él nos hable, nos humillaríamos y tendríamos cuidado de lo que sale de nuestra boca.

La única razón por la que se nos ha dado el privilegio de la oración es porque Jesús, cargó con nuestros pecados, los expió con Su propia sangre y trascendió los cielos para crear un portal de acceso al Padre Heb.4:14.

Jesús es nuestro mediador y nuestro intermediario. El Padre decidió enviar al Hijo para vivir una vida sin mancha; para que se le pudiera ver, sentir y tocar a Jesús en carne humana, es la sangre de Cristo la que nos protege del fuego consumidor de la santidad de Dios.

Sí, nuestro Dios es fuego consumidor Heb.12:29. Acercarnos a Él en nuestros pecados seria como si un helado intentara aproximarse al sol. No nos olvidemos de cuán grande y magnifico es Dios y que como creyentes estamos revestidos de su justicia. Solo a través de Cristo es seguro acercarse a Dios.

Estamos invitados a orar. Acerquémonos con confianza al trono de la gracia Heb.4:16. En
Él nuestro gran Dios es también nuestro Amigo.

Tres afirmaciones que pueden facilitar tu viaje a través de la oración:

1.     La oración es comunión con Dios para: Conocer amar y adorar íntimamente al Señor. La oración es un intercambio y una comunión intima entre dos partes que se aman. Es una manera constante y diaria de conocer cada vez mejor a Dios, de comprender quien es y lo que hace. Cuanto más lo conocemos y lo experimentamos, más profundizamos en nuestro respeto y amor por El; un amor que nunca puede igualar la profundidad de Su amor por nosotros Sal. 63:3-4, conocer y amar a Dios nos lleva a adorarlo.

2.     La oración es comunión con Dios para: Entender y conformar nuestra vida a Su voluntad y a Sus caminos.  La oración no simplemente cambia las cosas, nos cambia a nosotros, a medida que oramos Dios nos va revelando cuál es Su voluntad, Sus caminos y comienza a alinear nuestro corazón y nuestra mente con los de Él. Cuanto más tiempo pasamos con Dios, más humildes, abnegados y parecidos a Jesús nos volvemos.

3.     La oración es comunión con Dios para: Acceder a Su reino, Su poder y Su gloria y difundirlos.  Cuando oramos diciendo: Danos hoy…, no nos metas en tentación…, líbranos…, estamos intentando acceder a los recursos del reino de Dios, que Su poder soberano obre a nuestro favor, y que Él revele Su gloria en nuestra situación. Cuando buscamos primero Su reino, todas las demás cosas son añadidas Mat. 6:33. Las últimas palabras del Padre nuestro: “porque Tuyo es el reino, el poder y la gloria para siempre jamás Mat.6:13, nos recuerdan que Dios es el dueño de todo, soberano sobre todo y digno por, sobre todo. Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas.   A Él sea la gloria para siempre. Amen Rom.11:36.

 

ORACIÓN:

Padre, ayúdame a no olvidar nunca más que estoy en Tu maravillosa presencia cuando oro. Ayúdame a no entrar en Tu presencia como si fuera una tarea o una actividad automática, una mera repetición de palabras cansadas. En cambio, ayúdame a venir a Ti con adoración, con amor y con un verdadero deseo de experimentarte en forma personal. Ayúdame a abandonar mis propias motivaciones y garantías. Solo quiero estar directamente alineado a Tu voluntad, que Tu reino fluya a través de mi corazón y de mi hogar y me lleve a donde Tú quieres que vaya. ¡Amen!

El Plan de Batalla para la Oración
Stephen y Alex Kendrick
Tema #5
 
Abrazadas por Su Gracia©

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