Humillaos frente a la presencia
del Señor y Él os exaltara.
Santiago
4:10
¿Qué actitud describe mejor tu manera de
acercarse a Dios en oración: la humildad o el orgullo?
acercarse a Dios en oración: la humildad o el orgullo?
En Lucas 18:9-14, Jesús describe a dos hombres que fueron al
templo a orar, uno el fariseo respetado y religioso y el otro un recaudador de
impuestos pecador. El fariseo en pie dio gracias por lo bueno que era en
relación a todos los malvados a su alrededor, con pretensiones de superioridad,
supuso que no tenía nada de que arrepentirse. Pero el recaudador de impuestos
se mantuvo a cierta distancia, reconociendo su necesidad de Dios y de perdón,
inclinó su cabeza arrepentido y le rogó al Señor que tuviera misericordia de
sus pecados.
Jesús termina la historia
diciendo que el recaudador de impuestos se fue justificado y a cuentas con
Dios, a diferencia del orgulloso fariseo. El llegó a la siguiente conclusión:
Todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.
¿Qué actitud describe mejor tu
manera de acercarse a Dios en oración: la humildad o el orgullo?
Cuando nos
acercamos en humildad vemos más claramente nuestra necesidad de Dios, de Su
guía, Su gracia y Su perdón, admitimos con sinceridad nuestro pecado, clamamos
a Él y nos alejamos de toda situación que lo desagrade. A diferencia del
orgullo adopta la autosuficiencia y se jacta de superioridad moral, dice: soy
una buena persona, no he hecho nada malo, no necesito arrepentirme de nada, el
orgullo proclama: esta es mi vida yo tengo el control, debería tener lo que
quiero y recibir merito por todo lo que hago. El engaño detrás del orgullo es
que nos hace creer que somos mucho más importantes de lo que somos en realidad.
Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. Gálatas
6:3
Una actitud orgullosa nos lastima
y nos descalifica, mientras que una actitud humilde es lo que Dios bendice y
donde puede obrar. El orgullo del hombre
lo humillara, pero el de espíritu humilde obtendrá honores. Proverbios 29:23
La falta de humildad, en la
cultura de hoy, es lo que nos ciega a nuestra necesidad desesperada de buscar
diariamente a Dios en oración y de caminar en arrepentimiento. ES DIFÍCIL
LAMENTAR ALGO DE LO CUAL ESTÁS ORGULLOSO Y PEDIR PERDÓN, SI NO CREES QUE LO
NECESITAS.
Revestíos de humildad en vuestro
trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los
humildes.
1 Pedro 5:5
Pensemos:
¿Qué cambiaría en
nuestro matrimonio, nuestro hogar y las relaciones dentro de la iglesia si
todos nos revistiéramos de humildad?
Nos concentraríamos más en los demás,
seriamos más agradecidos y nos quejaríamos menos, seriamos más respetuosos y
menos críticos, cooperaríamos más y fuéramos menos obstinados, no nos
ofenderíamos con tanta facilidad y estaríamos más dispuestos a pedir perdón. Escucharíamos
el consejo y la reprensión, en lugar en lugar de enojarnos cuando se nos
confronta. En esencia, nos pareceríamos más a Jesús y menos a satanás.
Dios nos anima a acercarnos a Él,
con la confianza de que Él también se acercará a nosotros cuando nos
arrepintamos y busquemos que nos limpie.
¿Por qué cargar con el orgullo en
nuestro corazón? ¿Qué ganamos con ser orgullosos?
Al igual que Juan el Bautista,
tendríamos que estar buscando maneras de honrar más a Cristo y honrarnos menos a nosotros mismos. Juan
3:30
Dios detesta el orgullo y ama la
humildad, la única manera de acercarnos a un Dios santo, soberano y omnipotente
es la absoluta humildad y con completa confesión de pecados. Debemos batallar
contra nuestro orgullo y decidir quitar con rapidez cualquier cosa que desagrade
a Dios, para que no halla estorbo en nuestra relación con El y tengamos poder
en la oración. La humildad es una
actitud fundamental de nuestro corazón para mantenernos en intimidad con Dios,
si a diario nos arrepentimos de nuestros pecados y nos humillamos ante Dios lo
agradaremos y oraremos con mucha más
frecuencia y poder.
Inspirémonos en Ester que caminó
en humildad y sumisión, incluso cuando actuó con audacia para defender a su
pueblo, y Dios protegió de la extinción de los judíos. También Daniel mantuvo
un espíritu humilde en Babilonia, y obtuvo así el favor del Rey.
ORACIÓN:
Señor, muchas veces me he
colocado en el primer lugar, por encima de mi lealtad a ti, de mi
reconocimiento del pecado, de mi necesidad de arrepentirme y de mi dependencia
humilde de ti para todo. Pero ahora entiendo que cuando quiero mejorar mi
imagen, termino dañando mi relación contigo. Hoy me acerco a ti con gratitud,
Señor, y te pido que quites de mi vida todo orgullo y me ayudes a ver las cosas
como son, en realidad. Tu primero, siempre.
Amén.
El Plan de Batalla para la Oración
Stephen y Alex Kendrick
Abrazadas por Su Gracia©
Es cierto, no nos gusta que nos hagan ver nuestros errores. Solo por la misericordia y gracia de Dios, permanecemos con vida. Podemos ser mejores humanos.
ResponderEliminarTienes toda la razón, es lo más incómodo que nos puede pasar.
ResponderEliminarLo necesitamos y eso nos hará ser la mejor versión de nosotras mismas para Jesús. Por Su Gracia nos ha abrazado y esa ternura, nos debe hacer mejores mujeres..apoyo tu respuesta.Gracias por bendecirnos con tu comentario.