martes, 28 de agosto de 2018

6. SUMISIÓN A SU VOLUNTAD: Una tarea de todos pero por separado

SUMISIÓN
Liberando  la bendición familiar

Marcos 14:27- 40

La oración de Cristo en Getsemaní es un ejemplo para nosotros de cómo deberíamos someternos a la voluntad del Padre. 
El sometimiento a lo que Dios quiere implica soledad (abandono por aquellos seres más cercanos), angustia e intensa oración. Getsemaní es el fin de la lucha humana contra la voluntad de Dios.

El esposo que desea que su mujer esté sujeta a El, debe cumplir los requisitos de Dios:
a. someterse a Dios
b. amar a su esposa como Cristo ama a la iglesia.

Sumisión no implica un estado de desigualdad, una parte superior a la otra ante Dios.
No significa ser servil o dominado...Realmente se trata del orden de Dios.
 En hebreo estar sujetas significa: cuidar o reconocer, se trata de honra y respeto.
Estar sujeto significa: adaptarse, unirse o fundirse.

Al estar sujetos al Señor, le reconocemos por quien es El, le cuidamos mediante la adoración, el diezmo etc.

Sometidos a Dios
1. El varón sometido a Cristo Ef. 5:23 1 Co. 11:3  1 Pedro 3:7-12
    En primer lugar debe amar a Dios, buscarlo y buscar su voluntad.Debe honrar, amar, respetar, proteger y cubrir a la esposa.

2. La mujer sumisa al varón, como al Señor Efesios 5:22
    La esposa debe honrar, respetar, amar, fundirse y ser uno con el esposo, la disposición de la esposa a fundir su vida, sus sueños, y su futuro con los de su esposo, a unir su camino con el de él, no es renunciar a sus talentos potencial ni a su identidad, mas bien los dos se hacen uno, y cada uno recibe una identidad más completa que contribuye a una familia fabulosa que perdura para siempre! Es estar sujeta o someterse al esposo como estar rendida al Señor.

3. Los hijos sometidos a la autoridad de los padres. Los hijos respetan a los padres aún cuando no estén de acuerdo, deben reconocer que sus padres siguen siendo autoridad. Los hijos tienen opinión y deben ser escuchados, pero mientras vivan bajo la cobertura de sus padres, la autoridad siguen siendo los padres.

 Los padres se pueden equivocar, pero no deben perder el temor de Dios, siendo así, los hijos deben estar sometidos a sus progenitores, esto establece un orden en el hogar. 

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