No tengo mayor gozo que este: oír
que mis hijos andan en la verdad. (3 Juan 4)
Las oraciones generales obtienen
respuestas generales; pero alabaremos más a Dios y reconoceremos Su mano si
oramos en forma específica.
Empieza a diseñar un plan de
batalla a lo largo del camino para pelear en oración a favor de los que amas.
Los que están casados deberían empezar con su cónyuge, ya que el matrimonio es
una representación en carne y hueso del evangelio para tus hijos, tus amigos y
todos los que te conocen. Por eso se insta a los esposos: amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amo a la iglesia y se dio a si mismo por ella (Efesios
5:25) y a las esposas se les pide que estén sometidas a sus propios maridos, no
por una cuestión de subordinación o inferioridad, sino para apoyar su liderazgo
como al señor (v.22) honrándolos como honramos a Jesucristo.
Tienes que orar
para que los dos tengan un sentido de pasión protectora por el matrimonio, que
Cristo este para fomentar el amor, el gozo y la paz, todo esto será un regalo
para el matrimonio. Cuando haya desacuerdos, oren para que ninguno de los dos permita
que estas diferencias dominen, y no dejen que los lleven a perder su primer
amor y su centro. Oren para comprometerse a escuchar con respeto, confesar con
sinceridad y demostrar paciencia y
amabilidad sin demora, lentos para ofendernos y rápidos para perdonar, ora para
permanecer firmes y en unidad a toda costa, ora para que Dios bendiga el
deleite mutuo y la intimidad matrimonial.
Cuando ores en forma específica
por tu esposo o esposa, recuerda que la escritura nos enseña que el mandamiento
principal es amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y
con toda tu fuerza y con toda tu mente, seguido de cerca por el mandamiento de
amar a tu prójimo como a ti mismo. (Lucas 10:27) De esta manera veremos cómo
estas oraciones se extienden naturalmente a nuestros hijos, ora para que
siempre sean fieles a Dios y para que sus relaciones interpersonales sean
sólidas, alentadoras y libres de discordia.
Pídele al Señor que Su Palabra y Su
voluntad les sean reveladas. Dios seguirá guiándote a medida que ores en forma
más específica; así como hace contigo y con tu cónyuge, satanás también se
dedica a confundir, distraer, causar una presión innecesaria y traer dudas a
tus hijos sobre su valor y su identidad. Tu papel como padre o madre es pararse
en la brecha, escucharlos con atención y conocer la verdadera condición de su
corazón. Ora con ellos, con tu brazo con tu brazo alrededor de ellos y también
cuando no estén contigo físicamente. Intercede con diligencia al Padre para que
los proteja, forme su carácter, guarde sus amistades y los libre de caer en
tentación. Ellos tal vez no entiendan la guerra que se libra en su contra pero
nosotros sí, así que perseveremos en ese lugar en donde los defendemos en
oración y proclamemos las victorias de Dios sobre sus vidas.
Si tus hijos son pequeños todavía
significa que muchas de las decisiones de la vida no han surgido, empieza a
orar desde ya para que el Espíritu de
Dios vaya delante de ellos planee
oportunidades donde Dios pueda usar sus dones y talentos para darle gloria, así
como para traer a otras personas a Él.
Tal Vez tus hijos ya sean adultos
y tengan ahora hijos propios, ora para que permanezcan fieles a Dios en su generación,
nada te impide añadir por mis nietos y biznietos, a Dios no le preocupa ni lo
abruma que tus oraciones se extiendan a las generaciones futuras. El salmista
se extendió a las generaciones futuras cuando expreso: para que lo sepa la
generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantaran lo
cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden
de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos (Salmo 78:6-7)
El Espíritu de Dios te revelará la Palabra para que puedas orar por tu familia y por las generaciones futuras
según su plan perfecto para ellos. Nunca más tendrás que preocuparte por no
poder pensar como orar de manera eficaz y especifica por ellos.
Este plan de
batalla de oración por tu familia está esperando que te dediques a él, que lo
transformes en una prioridad que coloques a tu familia en el centro de un
blanco específico de oración y la envuelvas con un círculo tras otro de temas
personales inspirados por el Espíritu.
Puedes y debes hacer toda clase
de sacrificio por tu matrimonio, tus hijos y tu familia invierte amor y tiempo;
dedica apoyo físico y emocional, llévalos donde tengan que ir y ofréceles tu
consejo, compensa al que trabaje y se generoso en lo económico. Pero según el
testimonio de la escritura, tu inversión en la oración a favor de tu familia es
la manera más eficaz y fundamental de utilizar tu influencia. La oración te
ayudará a conocer mejor a Dios y a cada miembro de tu familia. En la vida no
hay ningún amigo o compañero mejor que un esposo, un padre o abuelo que ora o
cualquier otro rol maravilloso que deba cumplir.
ORACIÓN:
Señor te presento hoy a mi
familia; sus necesidades, sus luchas, sus objetivos, su presente y su futuro.
Mis seres queridos son en realidad tuyos, Señor y en tu gran misericordia, los
has compartido conmigo. Ayúdame a expresar mejor mi gratitud a ti al no dejar
de orar por ellos, al buscar tu voluntad para sus vidas y pedirte sabiduría
para relacionarme con amor y lealtad con ellos. Dame discernimiento para ver
sus necesidades físicas y espirituales en cada etapa y ayúdame a presentártelos
fielmente con fe, amor y en el poder de tu Espíritu Santo. Que muchas
generaciones sean bendecidas por mis oraciones, en el nombre de Jesús, Amén.
El Plan de Batalla para la Oración
Stephen y Alex Kendrick
Abrazadas por Su Gracia©
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